miércoles, 30 de enero de 2013

Santiago Pinsach: juez, descerebrado, mala persona.



El diccionario dice que un descerebrado es una persona con escasa inteligencia.
Procesar por asesinato, sin cuerpo presente, y que la muerta vuelva del más allá, solo puede ser obra de un ser con muy escasa inteligencia.
Eso lo sabe hasta el último de la clase.
La historia del mi secuestro, dentro del Secuestro de Olot, es como un mal sueño vivido en un mundo irreal y tenebroso.
Pero... fue real como la vida misma.
Desde mi caldo de odio, que no cesa, antes todo lo contrario, aumenta día a día, no puedo vivir en paz, porque todos los culpables pululan por este mundo sin pagar por todas las necedades y monstruosidades que cometieron... con sus ineptitudes manifiestas.
El ahora magistrado, Santiago Pinsach Estañol, ejerce e imparte justicia (vaya mier...) en Ibiza, en el juzgado nº 4, tranquilo y apoyado por los que consienten las injusticias: las Audiencias Provinciales, Nacionales, el Supremo... (Y otros estamentos varios. Los que indultan a asesinos, etc)
Cuando en el año 1994 me procesó, por asesinato, aplicándome el articulo 483 del penoso Código Penal (no revelar donde estaba el cuerpo de la farmaceutica) y me solicitó penas de 20 a 30 años... el tio se quedó tan ancho.
Se imaginan no haber cometido delito alguno, en toda la vida, y que les procesen por asesinato. No. Ustedes no se lo pueden imaginar porque, esta situación, hay que vivirla en la propia piel.
El sistema actual es insoportable y tiene que reventar. Más pronto que tarde y, sino lo evitamos nosotros, nosotros lo pagaremos muy caro. Con sangre y lágrimas.
Compren mi historia, mi libro, y alucinarán.
Sin duda: www.elsecuestrodeolot.com




sábado, 26 de enero de 2013

¿Alguna vez han sentido el cansancio de vivir?


El ocaso de la vida...
El principio del final.

Estamos a principios de 2013... y vivir me pesa como una losa insoportable.

Página 535:  El Secuestro de Olot
Esta novela la comencé a escribir en noviembre de 1993. La terminé en abril de 2012.



Estas líneas corresponden a septiembre de 2002. Hace más de 10 años, antes de comenzar el juicio donde me pedían más de 20 años de prisión.
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[...]
   La palabra suicidio no me gusta, suena a fracaso.
   Morir… no es una vergüenza. Todos nos moriremos, un día u otro. Nadie se quedará en esta tierra para mejorar la raza humana, nadie, ni tan siquiera: Carrascosa, Pinsach o la juez Castillo… están muertos por el solo hecho de vivir. Solo es cuestión de tiempo. Es la ley. Una ley justa que nadie puede manipular, mangonear con martingalas despotizadas jurídicas. Sin embargo, deberíamos ser libres para terminar con nuestra sagrada existencia cuando creamos o estemos convencidos de que ha llegado nuestro momento
de dejar de sufrir. Sin duda, no podemos elegir el día y la hora del nacimiento, pero tenemos todo el derecho a decidir cuándo y cómo deseamos, en el momento oportuno, morir. Nos pasamos la vida cumpliendo con nuestras obligaciones; haciendo, diciendo siempre lo correcto, dando la talla en todo momento, soportando montones de desgracias: enfermedades, tragedias, humillaciones, sufrimientos,... y cuando llegamos al tramo
final de nuestras vidas, nos obligan a pasar por un estrecho pasillo sin ningún margen de error porque, unos centímetros más allá, está la raya continua y si pisamos esa mierda de rayita blanca, tenemos que pagar la multa. Sin rechistar. Por tanto: cuando las condiciones físicas, mentales, síquicas… son deplorables, estás cansado de la vida porque el cupo de sufrimiento está cubierto y no cabe

ni una gota más en el cáliz del dolor, entonces nosotros tenemos, como seres humanos racionales, todo el derecho a terminar con nuestra existencia sin pasar por ningún tribunal y sin que nuestra opinión sea cuestionada por nadie en absoluto. Por primera y última vez ninguna persona tiene el más mínimo derecho a intervenir en esta decisión. No voy a pensar en nadie, sólo en mí mismo y si llego al límite humano del sufrimiento decidiré que hacer con mi lastimada vida.
[...]
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La muerte debe de ser el descanso total. Morirse, debe ser la re ostia.
Supongo que muchas personas opinan igual que yo. Este valle de lágrimas, que nos ha tocado vivir, es un infierno de brasas incandescentes que nunca se apagan, antes todo lo contrario: resurgen con más fuerza... constantemente. Que asco de vida y de mundo nos ha tocado vivir. Joder, estoy cansado, muy cansado.
Y, la verdad, no me apetece seguir en este circulo de injusticias. Mi cupo de dolor se saturó, y no puedo más.
Muchos dirán: eres un cobarde. Probablemente. En realidad... las opiniones de lo demás me importan una puta mierda. Solo sé que con mis 59 años, a mis espaldas, son suficientes. Entiendo que, muchas personas, opinen de esa forma. Su vida debe haber sido menos complicada. Y me alegro por ellos. Pero la mía se las trae. ¿Que ser humano puede soportar que la opinión pública piense que eres un asesino? Sin serlo. Este es mi caso. Durante 5 meses (desde el 30/10/93 hasta el 27/03/1994) todo el mundo pensaba que había matado a la farmaceutica de Olot. Incluso me procesaron por ello. Y la angustia que arrastro no hay manera de que se esfume. Quizás ha llegado la hora de terminar...
He escrito una novela: El Secuestro de Olot, donde explico mi odisea en las letrinas de la injusticia.
Si queréis conocer la historia: www.elsecuestrodeolot.com

viernes, 18 de enero de 2013

La mierda, a todos, les sale por las orejas


Políticos, magistrados, secretarios de estado, fiscales... todos están enmerdados...
Es así, y no entiendo porque el pueblo no se levanta de una puta vez por todas y acaba con la corrupción, el robo continuado, de la mayoría de los que mandan, y viven a cuerpo de rey.
Abres la tele, conectas la radio, lees cualquier periódico y el denominador común siempre es el mismo: robar.
Se trata de expoliar, atracar, a los ciudadanos decentes y trabajadores, se trata de forrarse a cuenta de la buena gente.
Y es del todo inadmisible. Hay que cortar, expulsar, a todos los ladrones que nos gobiernan. Basta ya, coño, basta ya.
¿Que pasa en este país? Los ciudadanos, ¿somos gilipollas al consentir tales atropellos?
Creo que ha llegado la hora de la desobedecía civil y comenzar a establecer nuevas bases de gobierno.
El tiempo se acaba. En pocos meses este pais se va al mierda
Y si quieren conocer una injusticia, de primera mano, con nombres y apellidos:
www.elsecuestrodeolot.com

jueves, 10 de enero de 2013

El porque de este blog: El Secuestro de Olot

Comienza el 2013, y quiero explicar los motivos por los cuales se creó este blog.
El 30 de octubre de 1993 me detuvieron, sin motivo alguno. (Nunca he cometido delito alguno).
Se acerca el 20 aniversario.
Me torturaron durante tres días, me encerraron en la prisión de Girona durante seis meses, me procesaron tres veces, la primera por asesinato. (La mujer muerta, judicialmente, por el juez Santiago Pinsach, la farmaceutica de Olot, fue liberada con vida el 27 de marzo de 1994). Tuve que presentarme en los juzgados los días 1 y 15 de cada mes, durante 10 años, y me obligaron a asistir a un juicio en el año 2002/2003 que se alargó durante tres meses. La historia es como una pesadilla .. .interminable. Y quiero denuciar los métodos que utilizan, algunos jueces, para adornar las farsas de los procesos judiciales.
El entorno de toda la representación, teatral, es espeluznante porque los daños sufridos, por toda mi familia, por mis hijos, son una maldición que los causantes sufrirán, en su propias carnes, durante toda su puta existencia. Pongo a Dios por testigo.
Es difícil de explicar, en pocas palabras, el contexto de la historia y por ello he escrito un libro:
El Secuestro de Olot, mi propio secuestro...
Creo que es una historia interesante de conocer, y de paso os servirá como manual para saber lo que no hay que hacer si alguna vez os detienen, sin motivo alguno.
Para comprar el libro: www.elsecuestrodeolot.com